El jueves fueron descubiertas otras dos fosas clandestinas "que llevó a que se pudieran encontrar 13 cadáveres más", dijo el secretario General de Gobierno de Tamaulipas, Morelos Jaime Canseco, a la cadena Televisa.
Las dos últimas fosas fueron localizadas en un sitio alejado de las primeras ocho, ubicadas en el municipio de San Fernando, y se podría tratar de hechos diferentes, precisó el funcionario estatal. El hallazgo de cuerpos en fosas clandestinas llevó el jueves al Gobierno mexicano a reforzar la seguridad en las carreteras de la zona, donde actúa el grupo narcotraficante Los Zetas.
Según la fiscalía de Tamaulipas, la operación en que fueron hallados los cuerpos se inició tras la denuncia del secuestro de varios autobuses de pasajeros por un grupo de hombres armados el 25 de marzo pasado. La primera fosa fue encontrada el sábado.
En la operación fueron detenidas 14 personas y rescatados cinco secuestrados, según una cifra actualizada el jueves por el portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, Alejandro Poiré.
Los cadáveres fueron encontrados en ocho fosas comunes en un rancho en La Joya en jurisdicción del poblado de San Fernando, a unos 160 kilómetros de la frontera con Texas, una de las rutas más utilizadas por los emigrantes ilegales para llegar a Estados Unidos y por los narcotraficantes para introducir droga.
Hasta ahora, no se ha establecido si hay extranjeros entre las víctimas, informó este jueves una fuente del Servicio Médico Forense en la ciudad fronteriza de Matamoros, a donde fueron trasladados los cadáveres en medio de un fuerte despliegue de policías y militares.
Dos de los cuerpos ya fueron identificados como vecinos de San Fernando, agregó la fuente, según la cual varias de las víctimas fueron asesinadas "a golpes ya que sólo presentaban fracturas, aunque la gran mayoría tenía impactos de bala".
En agosto pasado en un rancho de los alrededores de San Fernando fueron descubiertos los cadáveres de 72 migrantes centro y suramericanos, que según un superviviente fueron asesinados por Los Zetas.
Ese grupo, conformado en los años noventa por militares mexicanos con entrenamiento en fuerzas especiales que desertaron para unirse como sicarios del narcotráfico, ha convertido el secuestro de migrantes en una forma de financiación.
El anuncio del hallazgo de los cuerpos ocurrió justo cuando concluían las multitudinarias marchas convocadas el miércoles en 38 ciudades para protestar por la violencia del narcotráfico y la estrategia del Gobierno para combatirlo.
El plan para proteger las carreteras en Tamaulipas incluirá "operativos de seguridad e información con las empresas de transporte que transitan en ésta y otras rutas en las que han ocurrido hechos delictivos", señaló Poiré.
Ninguna autoridad ha relacionado formalmente el hallazgo de los cuerpos con un grupo determinado, aunque una fuente de la fiscalía de Tamaulipas dijo que "tanto por la forma como fueron sepultados los cuerpos como por la ubicación donde se ubicaron, existen bastantes coincidencias con los métodos usados por Los Zetas".
El Gobierno ha informado de que ese grupo mantiene en zonas del Estado campos de entrenamiento en ranchos aislados. Asimismo, los pobladores de la zona señalan que las caravanas de vehículos con hombres armados y algunos uniformados con las insignias de Los Zetas son frecuentemente vistas en las carreteras.
"Por su experiencia y formación militar, que les daba eficacia a sus operaciones, Los Zetas ganaron terreno en el noreste hasta convertirse en rivales de sus antiguos jefes", señaló Raúl Benítez, experto en temas de seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México.
"A los migrantes los secuestran para pedir rescate a sus familiares en Estados Unidos o, en los casos de los más pobres, para utilizarlos como 'mulas' (correos) para llevar cocaína" del otro lado de la frontera, agregó.
Desde Londres, Amnistía Internacional urgió este jueves a las autoridades de México a llevar a cabo una investigación "completa y eficaz" sobre lo ocurrido y dijo que el hallazgo de estas fosas clandestinas "demuestran una vez más el fracaso del Gobierno en la gestión de la crisis de seguridad pública del país".
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